El baño es el lugar de la casa donde más agua se consume; de ahí la importancia de controlar nuestros hábitos de limpieza personal, para mejorar la eficiencia en el uso del agua.
Conviene recordar una serie de cifras así: Una familia de 4 personas consume unos 60.000 litros al año en el inodoro? … si nos afeitamos durante 3 minutos sin cerrar el grifo, gastamos 18 litros? … si tardamos 1 minuto en lavarnos las manos, podemos gastar 6 litros?.
El 65% del total del agua doméstica la utilizamos en el baño, de la que un 35% la utilizamos en el aseo personal y un 30% en el inodoro. Con un consumo eficiente podemos reducir en un 30% de agua en el baño o ducha y un 70% en el inodoro por persona y día.
Recuerda que:
Si te bañas, hazlo con poco agua y tapona el desagüe antes de abrir el agua. Puedes usarla para la limpieza del hogar. Pero recuerda, mejor ducha que baño. Si cada vez que abres el grifo de la ducha o bañera, recoges en un cubo el agua que dejas correr hasta que sale suficientemente caliente, esos litros podrás reutilizarlos con un gesto que haces a diario como es descargar la cisterna del inodoro, ahorrando entre 5 y 10 litros de agua potable en cada vaciado.
En la ducha, mantén el grifo abierto solo el tiempo indispensable, cerrándola mientras te enjabonas. Toma duchas breves y con baja presión de agua.
En el lavabo, cierra el grifo mientras te cepillas los dientes y te lavas manos y cara.
En el cepillado de dientes, moja el cepillo y acláralo, coge un vaso de agua para enjuagarte. Con este sistema te ahorrarás hasta 10 litros de agua al día.
En el inodoro, tira de la cadena sólo cuando sea necesario, y no lo utilices como cenicero o papelera. Recuerda que cada vez que descargamos la cisterna estamos usando 10 litros de agua.
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